El 2 de junio de 1899, los héroes de Baler, los últimos defensores de los intereses de España en Filipinas se rendían tras 337 días de angustiosa y valiente defensa.
Casi un año estuvieron aguantando los diferentes ataques de los filipinos, quienes no entendían como ese pequeño grupo de españoles se negaba a entregarse. Por su parte, los españoles no entendían como España podía haberse rendido ante esa pequeña nación, razón por la que pensaron que las noticias que les hacían llegar eran falsas.

Iglesia de Baler, último bastión español en Filipinas.
Aquellos hombres, los últimos de Filipinas, escribieron con letras de oro una gesta realmente extraordinaria.