Si hay alguien que encarne el Renacimiento ese es Leonardo da Vinci, el genial artista florentino que cultivó la pintura, la arquitectura, la escultura, la filosofía, la música, la ingeniería, la poesía, el urbanismo, la anatomía y la botánica.

La Mona Lisa, quizá el retrato más famoso de la historia.
En sus 67 años de vida, Leonardo no paró de crear genialidades, y para recordarle nada mejor que la frase de Giorgio Vasari, «Su genio divino y su mano divina le merecieron expirar sobre el pecho de un rey. La virtud y la fortuna velan, premio a los grandes gastos, en este monumento que le corresponde».