Juramento del Juego de Pelota (Jaques-Louis David)
En el programa de esta semana, viajamos hasta París a finales del s. XVIII. En este periodo tan convulso de la historia francesa, nos encontramos una sociedad fuertemente fragmentada en Estamentos, donde dos de ellos disfrutan de privilegios y el último, el Tercer Estado, es sobre el que recae la carga fiscal del país.
Esta situación sumada a la crisis económica, social y política desencadenará en lo que conocemos como la Revolución Francesa.
En este primer episodio narraremos los hechos ocurridos desde que el Rey de Francia Luis XVI convoca a los Estados Generales en 1789 hasta que la Asamblea Nacional lo ejecuta por traidor el 21 de Enero de 1793.
La historia de España y la de nuestros marinos estan estrechamente relacionadas; sus hazañas y sus gestas han servido para engrandecer nuestros libros de historia y la muerte de nuestro personaje en una triste derrota para nosotros, marcará el ocaso de España como potencia marítima y por lo tanto europea, un lugar que había ocupado con honor desde el siglo XV. Él es Cosme Damián Churruca y Elorza, quien falleció como un héroe en Trafalgar combatiendo contra seis navíos ingleses al mismo tiempo.
Cosme Damián Churruca
Experto en los campos de la astronomía y la geografía, la mar y la aventura marcaron su vida, por lo que muy pronto se enroló en la Compañía de Guardias Marinas de El Ferrol. Fue ascendiendo en el escalafón militar y su bautismo de fuego fue el 13 de diciembre de 1781, cuando se vio por primera vez las caras contra los británicos, en el asedio de Gibraltar, a bordo de la fragata Santa Barbara. Pero no solo fue militar, también fue científico, realizando un estudio completo del estrecho de Magallanes, y descubriendo una ruta alternativa que reflejó en su obra “Apéndice al Primer Viaje de Magallanes”; y una serie de estudios hidrográficos para la reforma del atlas marino de la América septentrional.
Fragata Santa Bárbara
Ascendido a Capitán de Navío y con el mando del Conquistador debía defender las posiciones francesas, que eran aliados de España, en la zona del Canal de La Mancha, concretamente a Brest, y lo desempeñó con tal maestría que Napoleón le regaló un sable y dos pistolas de presentación. Poco después recibió el mando del navío Príncipe de Asturias, una colosal nave de tres puentes y armado con 112 cañones de diferentes calibres, aunque solicitó el mando del navío San Juan Nepomuceno, un navío de línea armado con 74 cañones, a bordo del que viviría sus últimas horas de la forma más heroica que se puede imaginar en la Batalla de Trafalgar.
Navío San Juan Nepomuceno
En esta Batalla, Churruca escribió una frase, dirigida a su hermano, que podría ser su epitafio «Si llegas a saber que mi navío ha sido hecho prisionero, di que he muerto». No había duda, para el marino era la victoria o la muerte.
No os perdáis cómo continúa esta emocionante historia…